Si hay un elemento de los coches que podemos decir que es vital para el mismo este es, sin lugar a dudas, el motor. Sin embargo, dentro de los motores podemos encontrarnos con una gran cantidad de variedades.
Una de ellas es aquella que tiene como código las letras bkd y que montaban algunas marcas como pueda ser por ejemplo Volkswagen. Un código de motor que no tenía muy buena reputación por los defectos que muchos usuarios aseguraban que tenía. Un motor bkd del que vamos a hablar en estas líneas poniendo sobre la mesa las anomalías que hace una década tenía.
Conoce las anomalías de los motores bkd
Uno de los problemas que más se reportaban era el que tenía que ver con la culata. No eran pocos los usuarios de este tipo de motor los que aseguraban que la culata solía sufrir roturas cuando no había pasado el tiempo suficiente para ello. Cierto es que había usuarios que aseguraban pasar holgadamente de los 100.000 km con la misma culata sin ninguna clase de problema pero claro, había otros, la gran mayoría, los que garantizaban que esta no solo era un problema común sino que quera un problema grave si tenemos en cuenta el precio a pagar en la reparación.
Continuando con las anomalías que presentaban estos motores, es decir, los que figuraban con el código bks, decir que el motor bimasa era otra de ellas. Aunque el problema anteriormente mencionado, es decir, el de la culata, era grave, tenemos que señalar que el del volante bimasa era bastante más común. Aquí sí había un sentir general tanto en las publicaciones especializadas como en multitud de foros del sector. Ruidos o problemas al arrancar en determinadas situaciones hacían de este problema algo verdaderamente incómodo de este tipo de motores.
Dicho todo esto también es de justicia añadir que desde el propio fabricante se trabajó muy duro para subsanar todos estos problemas. Un trabajo que implicó no solo al personal de la propia fábrica sino también a los propios usuarios. Y es que ellos mejor que nadie podía dar testimonio de lo que sucedía en esos motores. Por todo ello se puede decir que al final esos motores resultaron ser motores completamente fiables. Tal es así que no solo los montaban algunas marcas tan importantes como Volkswagen sino que con el paso del tiempo empezaron a montarlos otras marcas, las cuales también volcaron su confianza en ellos.